ESQUEMA DEL MARCO TEÓRICO
Tema: IMPACTO ECONÓMICO DE LA HIPERINFLACIÓN EN EL PRIMER GOBIERNO DE ALAN GARCÍA PÉREZ
1.
Inflación
1.1
Concepto de inflación
1.2
Las dos caras de la inflación
1.3
Factores de la inflación
2.
La inflación en el primer gobierno de Alan García
2.1
Dos primeros años de gobierno
2.1.1
La herencia del gobierno anterior y el ascenso del APRA
2.1.2
Aplicación del Plan de Emergencia
2.1.3
1986
2.2
1987: Las consecuencias de la nacionalización de la banca
2.3
Período del gobierno comprendido entre 1988-1990
1.
Inflación
1.1 Concepto de inflación
Se llama inflación a la tasa de aumento de los precios en un cierto período de tiempo. Es como una medida amplia que señala el aumento general de los precios o del costo de vida en un país. Esto también se puede calcular como un criterio más estrecho respecto de determinados bienes, como alimentos; o servicios. Es decir, refleja cuánto más caros se ha vuelto los bienes y servicios en un período dado (por lo general en un año).
No se considera inflación a la elevación del precio localizada en un solo bien, ni tampoco al alza de precios en un solo sector. Sino al aumento general de los precios.
1.2. Las dos caras de la inflación
Como ya se sabe si el ingreso que poseen los hogares que reciben en físico, es decir, en moneda no aumenta tanto como los precios de los bienes y servicios, la situación de las familias empeora porque pierden la capacidad de comprar esos bienes y servicios, es decir, su poder adquisitivo o ingreso real.
Según Oner (2011), “el ingreso real es una variable representativa del nivel de vida: cuando sube, también lo hace el nivel de vida y viceversa.”(p.45)
Los precios varían a ritmos diferentes. La inflación como lo mencionado antes también distorsiona el poder adquisitivo de quienes cobran y pagan intereses. Por ejemplo si la inflación es mayor a un 6% , una persona jubilada cuyo dinero se incrementa a un tasa anual de 6% pierde su poder adquisitivo.
En cambio, un prestatario que page un tasa que page una tasa de interés fija de 6% se beneficiaría.
A medida que haya una inflación existente y existan las tasas de interés habrá personas que se beneficien como también habrá personas que no se beneficiarán en lo absoluto.
Un ejemplo claro sería también como lo que le ocurrió a Zimbabue en el 2008 en este caso experimentó una inflación anual jamás registrada antes.
1.3.
Factores de la inflación
Si la venta o la oferta crecen demasiado en proporción con el tamaño de la economía, el valor de la moneda cae o disminuye, es decir, su poder adquisitivo cae y los precios suben.
Las expectativas también es un factor que genera la inflación porque las personas se pueden anticipar a la inflación aumentando los precios y algunas personas también pueden pedir aumentos salariales.
Según Friedman (1999):
La inflación ocurre también cuando la cantidad de dinero se eleva apreciablemente en forma más veloz que como lo hace la producción, y entre más rápido sea el aumento en la cantidad de dinero por unidad producida, mayor será la tasa de inflación. (p.85)
2.
La inflación en el primer gobierno de Alan García
2.1 Dos primeros años de gobierno
2.1.1 La herencia del gobierno anterior y el ascenso del APRA
En agosto de 1985, cuando el APRA asumió el cargo, la inflación ya era exuberante con una tasa de inflación cerca al 200%. Paralelamente a esto, se enfrentaban altas tasas de desempleo con una persistente reducción del salario real. De otro lado la “dolarización” de la economía había conllevado a una reducción del ahorro financiero en moneda nacional.
En el sector externo el Perú afrontaba serias dificultades en el pago del servicio de la deuda pública externa (las cuales habían empezado a acumularse desde finales de 1984, estas sobrepasaban los 2 billones de dólares americanos) y en el acceso al financiamiento foráneo.
Todo lo anterior se veía agravado por la coyuntura internacional en la cual se observaba un deterioro de los precios de la materias primas –lo cual nos afectaba enormemente debido a que nuestra economía se basaba en la exportación de productos sin procesar-, políticas proteccionistas en los países dedicados a la industria y altas tasas de interés reales en los mercados financieros internacionales. También, el PBI y el ingreso se encontraban estancados, como resultado de esto, los niveles de exportación se habían reducido.
Debido a todo esto, la inestabilidad financiera empeoró progresivamente. Grupos políticos violentos habían comenzado ya a hacer revueltos en las zonas andinas, promoviendo así el desorden social.
Los dos primeros años del gobierno de Alan García se expandió el consumo e inversión con el propósito de recuperar la economía. A fin de reducir las expectativas de que iba a haber un proceso inflacionario, el gobierno congeló los precios y salarios. “(…) tasa de cambio, tasa de interés, gasolina, electricidad, etc., eran controlados y fijados por el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central de Reserva.”(Ferrari, 1991, pp.72-73).
2.1.2.
Aplicación del Plan de Emergencia
El gobierno de Alan pudo controlar la inflación durante los dos primeros años. Mediante el llamado “Programa de Emergencia” cuyos objetivos principales consistían en combatir la inflación y establecer las bases para una reactivación en la producción, a través del congelamiento de los precios básicos de la economía tales como el tipo de cambio, la tasa de interés y los combustibles.
En el sector externo, para preservar la solidez de las cuentas externas se tomaron medidas arancelarias y para-arancelarias que tenían como objetivo proteger la industria nacional, se aumentó a 90% del valor FOB (Fórmula de pago utilizada en el comercio internacional para señalar que el precio de venta de un artículo incluye el valor de la mercancía y los gastos de transporte y maniobra.), el porcentaje de financiamiento FENT, así como el porcentaje de certificados de libre disponibilidad, a negociarse en el Mercado Financiero, el cual fue establecido a principios del mes de agosto para atender los requerimientos de divisas provenientes de todos aquellos gastos considerados como no prioritarios.
Es necesario anotar, que el efecto sobre la balanza de pagos de tales medidas, sumado fundamentalmente al del adelanto cambiario, implícito en el reajuste efectuado a principios de agosto, coadyuvó a la reducción de las presiones por divisas. Al mismo fin, las nuevas autoridades políticas del país decidieron limitar los pagos del servicio de la deuda externa equivalente al 10% del valor de las exportaciones de bienes y servicios, durante 12 meses a partir de agosto de 1985, esta decisión fue adoptada con la intención de evitar un mayor deterioro del nivel de vida de la población, decisión que fue revalidada durante el año siguiente. Lo que posteriormente ocasionó que el Perú fuera declarado como inelegible por el FMI en el año 1986.
A manera de complemento y dentro de la estrategia de recuperación de la producción a través del incentivo de la demanda, fue necesario mejorar la capacidad de poder adquisitivo de los peruanos, para lo cual se procedió a incrementar el sueldo mínimo vital y a reajustar las remuneraciones de los trabajadores no sindicalizados del sector privado y empleados públicos, buscando de esta manera compensar los efectos de la inflación sobre sus ingresos. El mayor costo por estas medidas fue compensado por la reducción en los costos financieros, derivada de las disminuciones de la tasa de interés y la presión de las expectativas fue reducida mediante la congelación de precios y la fijación de otro tipo de cambio.
En concordancia con el cambio en el diseño de las políticas económicas, la política monetaria se orientó a reducir el ritmo inflacionario, evitando efectos colaterales negativos del proceso de desdolarización, pero tratando de favorecer la reactivación de la actividad productiva interna. En conjunto las medidas adoptadas permitieron lograr esos objetivos en magnitud considerable, produciéndose también un incremento de la liquidez de la moneda nacional. Esto último se sustentó en un marcado crecimiento de la base monetaria originado básicamente en la conversión a moneda nacional, de los certificados en moneda extranjera y la adquisición de excedentes en moneda extranjera en el mercado financiero por parte del Instituto Emisor.
Posteriormente, hacia fines de año se establecieron cambios tributarios, orientados a simplificar y reordenar el sistema tributario.
Bajo este contexto de política económica, en 1985 los resultados obtenidos fueron un crecimiento del PBI de 1.6%, la inflación anual alcanzó 158.3%, las reservas internacionales netas del sistema financiero se incrementaron en US$318 millones, principalmente por las compras de divisas por parte del Banco Central de Reserva en el mercado financiero –lo cual reflejaba en parte el proceso de desdolarización de la economía- y el déficit del sector público alcanzó 2.9% debido a la mayor recaudación tributaria.
2.1.3
1986
En 1986, la congelación fue remplazada por la administración de precios Los precios, en este sistema, estaban sujetos a control.
Ferrari (1991) afirma que:
La inflación en el año 1986 se redujo a 62.9%, representando una mejora sobre la tendencia hasta entonces presente en el crecimiento de los precios. Igualmente, la estancada economía experimentó un crecimiento del producto bruto interno de 2.4% en 2.4% y de 9.5% en 1986, (…) (p.73)
Asimismo, debido a los cambios aplicados por el Plan de Emergencia, la inflación registrada en el año 1986 fue de 62.9% inferior en 95.4 puntos porcentuales a la registrada en 1985.
De acuerdo al BCR (1986):
Se dictó una serie de medidas complementarias con el fin de compensar los incrementos en los costos, los que incluyeron la reducción de la tasa del Impuesto General a las Ventas, y la disminución del precio del kerosene industrial, petróleo diesel y residual, y de los precios de varios insumos agrícolas.
De esta forma, en 1986, el bajo incremento relativo en los precios de los productos controlados constituyó el principal freno a la inflación. Dicho índice se incremento en solo 25.5 por ciento, dándose las variaciones más importantes en las tarifas de servicios públicos –luz, agua y teléfono- y algunos alimentos como azúcar (66 por ciento), arroz (46 por ciento) y leche (45 por ciento). Cabe señalar que, a pesar de estos aumentos, el gobierno hubo de otorgar subsidios a través de aportes del Tesoro Publico a ECASA y al Fondo de Reactivación Agropecuaria y Seguridad Alimentaria
Contrariamente, los precios de los productos no controlados, si buen aumentaron en una tasa notablemente inferior a la del año anterior (75 a 163 por ciento), mostraron un crecimiento importante dentro del marco de la política de congelamiento de precios establecida desde agosto de 1985. Esto se debió, básicamente, al aumento de la demanda, especialmente de los sectores de más bajos ingresos que, al ostentar una mayor propensión al consumo de alimentos y otros artículos esenciales, generaron presiones sobre los precios de estos productos. (p.28)
Durante el año 1986 se realizaron aumentos en las remuneraciones de los trabajadores que reciben el ingreso mínimo solo de los trabajadores no sindicalizados del sector privado y de los empleados del sector público. Durante este año se estima que el ingreso promedio real de los trabajadores dependientes creció en 15.5%
En el sector externo se continuó desarrollando los planes para reactivar el aparato productivo y controlar la inflación, así como mantener un nivel de reservas internacionales adecuado para sostener el proceso de crecimiento del país en el mediano plazo. Se mantuvo la política de tipo de cambio fijo en el ámbito de Mercado Único de Cambios, con ello se dio una importante aportación al control de la inflación en el país.
Debido a las devaluaciones de la tasa de cambio y a los incrementos en las tasas de interés, el crecimiento acelerado de los costos empezaba a provocar el proceso inflacionario. Sin embargo, la causa principal de la inflación era el exceso de demanda.
2.2. 1987: Las consecuencias de la nacionalización de la banca
Durante el año 1987 la inflación anual registrada fue de 114.5%, en donde se observa un claro aumento respecto del año anterior.
Según Parodi (2006):
La congelación de precios y otras medidas del Plan de Emergencia puesto en marcha en agosto de 1985 fueron abandonadas en diciembre de 1986. En estos 18 meses la inflación fue de 83.4%, pero, a un nivel más desagregado, se observa que los precios controlados subieron en 38.4% mientras que aquellos dejados al libre juego de oferta y demanda lo hicieron en 133.9%. La distorsión en precios relativos era un problema de solucionar. En diciembre de 1986, el gobierno introdujo un nuevo sistema de control de precios, clasificándolas en las cuatro siguientes categorías: los controlados, los de régimen especial, los regulados y los supervisados. El sistema se hacía cada vez menos transparente, pues nunca estuvo claro porqué unos precios eran colocados en una categoría y no en otra. Inclusive, en marzo de 1987, el Ministerio de Economía solicitó a las empresas que presentaran información sobre las estructuras de costos de los diferentes bienes y servicios que ofrecían (…).
En ese contexto se puso más énfasis en la iniciativa gubernamental denominada concertación, que consistía en una planeación conjunta de proyectos de inversión entre el sector privado y el gobierno (…). La idea era de promover líneas de exportación no tradicionales (…). El temor del gobierno se originaba en el hecho de que las empresas habían acumulado mucha liquidez durante el boom de 1986 por lo que, de usarse la misma en compra de dólares, aumentaría el diferencial entre los tipos de cambio oficiales y el del mercado negro o informal.
El problema de la reducción en reservas internacionales se afrontó mediante dos medidas: por un lado, en marzo de 1987 se condicionaron todas las importaciones a la obtención de licencias cambiarias otorgadas por el Banco Central de Reserva y, simultáneamente, se estableció un presupuesto oficial de divisas para ser asignadas a las importaciones. Por otro, a partir de enero de 1987, el Banco Central comenzó a devaluar los dos tipos de cambio referenciales. (pp. 212-213)
También se mantuvo la política de mejorar los ingresos de la población con el fin de incrementar la demanda interna, para esto se llevó a cabo una política salarial que dispuso incrementos de remuneraciones por encima del crecimiento de los precios, buscando con esto privilegiar a los trabajadores de menores ingresos.
En el sector externo, se adoptaron diversas disposiciones de orden cambiario con las que se buscó mantener un cierto incentivo a las exportaciones y controlar la salida de divisas del país. En octubre de este año se llevó a cabo dos devaluaciones, en octubre y diciembre, sin dejar de lado la política de asignación selectiva de las divisas.
El principal error en contra de la concertación entre el sector privado y el gobierno se produjo en el mensaje a la nación del 28 de julio de 1987 en donde el presidente García anunció la nacionalización de los bancos comerciales, las sociedades financieras y las empresas de seguros, medida que el propio García había descartado un año atrás. El gobierno argumento la necesidad de democratizar el crédito, pues con la banca en sus manos, podía asignar con ciertos criterios el crédito a actividades prioritarias, así como a la pequeña y mediana empresa. Esta ley fue promulgada en octubre de1987. En ese mismo mes se anunció la suspensión del mercado cambiario paralelo.
El año 1987 cierra con indicadores preocupantes, pues ya no había reservas para seguir sosteniendo el crecimiento debido a una disminución drástica. En este contexto el Instituto Nacional de Planificación propuso un crecimiento selectivo que consistió en la entrega de subsidios, tipos de cambio preferenciales, créditos y los pocos dólares que quedaban solamente a ciertos sectores prioritarios que serían predefinidos por el gobierno.
2.3. Periodo del gobierno comprendido entre 1988-1990
La política económica durante 1988 se orientó al cierre de las brechas fiscales y del sector externo que se habían puesto de manifiesto durante 1987 por la política de reactivación de la demanda emprendida desde los años anteriores. Estas medidas, pese a la urgencia en su adopción, fueron insuficientes. Estas se concentraron en los meses de marzo, julio, setiembre y noviembre, y se basaron en modificaciones del régimen cambiario, controles cuantitativos a las importaciones, reajustes de los precios básicos de la economía, aumento de las tasas de IGV y del Impuesto Selectivo al Consumo, así como variaciones en los sistemas de pagos a cuenta.
El fuerte incremento de la inflación, así como el desordenado proceso de ajuste nos llevó a una aguda recesión hacia finales del año.
Lago citado por Parodi (2006), sostiene que “(…) la paradoja consistió en que el paquete de setiembre (que originó una inflación de 114.5% sólo en ese mes) se denominó doble cero, pues buscaba eliminar el déficit fiscal y el financiamiento inflacionario del Banco Central. Nada de eso se consiguió.”(p.183)
Una prueba de esto es que en el año 1988 hubo cuatro distintos ministros de economía.
En setiembre de 1988 se volvieron a congelar los precios por 120 días, pero se dejaron 10 días para que el sector privado determinara sus nuevos precios antes de ser congelados (Parodi, 2006). Por esto es que las empresas tuvieron que sobre ajustar sus precios durante los siguientes 120 días. Esto causó que el gobierno solo congele los precios hasta el 21 de setiembre de 1988 y que la inflación llegue al 114.1%.
En el mes de setiembre la eliminación de los tipos de cambio preferenciales incremento los costos de los alimentos importados. Al no producirse el reajuste de los precios de venta en magnitud tal que compensara la eliminación del subsidio cambiario, ello determino la elevación del déficit de la Empresa Nacional de Comercializacion de Insumos (ENCI).
Durante 1988 la inflación anual fue de 1722.3% (hiperinflación), tasa muy superior a la registrada en el año precedente. La aceleración del proceso inflacionario se explica por la gravedad de los desequilibrios acumulados en los sectores externo y público, que exigió la aplicación de medidas económicas orientadas a la corrección de los mismos y a revertir las distorsiones de los precios relativos. Este año cerro con indicadores macroeconómicos en rojo, todos los sectores a excepción del agropecuario y pesquero mostraron una disminución, dentro de las cuales destaco la caída de la inversión pública (-32.0%), el consumo privado (-7.9%) y las exportaciones (-8.8%)
En 1989 la política económica se orientó a controlar la inflación y, a partir del segundo semestre, se orientó además a promover la reactivación de la economía. Sin embargo, se observó una aceleración de la inflación y se mantuvo la contracción de la actividad productiva, aunque en el último cuatrimestre se experimentó una ligera recuperación.
Hasta agosto, la política cambiaria del Banco Central de Reserva se orientó a mejorar y proteger el nivel de reservas internacionales. Por lo tanto, se reajusto el tipo de cambio MUC a fin de mantener su nivel real y se continuó con el traslado de operaciones del Mercado Único de Cambios al Mercado Libre Bancario iniciado en 1988. De enero a abril los reajustes del tipo de cambio fueron mensuales y a partir de entonces se adoptó un esquema de minidevaluaciones diarias.
A fines del primer semestre de 1989 y con las reservas acumuladas por la recesión de 1988, se procedió a repetir lo realizado en 1985. Este nuevo periodo se llevó a cabo con el nombramiento de César Vázquez Bazán como ministro de economía. Aumentar la demanda y usar las reservas fueron las estrategias escogidas. Se mantuvo la idea de reajustar solo gradualmente las tarifas públicas (por debajo de la inflación), lo que hizo que empeorara la situación fiscal. El resultado fue: mayor inflación, mayor atraso en los precios controlados, mayor brecha externa y déficit fiscal y una evaporación de las reservas. Lo que sería una terrible herencia para el gobierno siguiente.
La economía peruana durante el último semestre del gobierno de Alan García comprendido desde enero hasta julio de 1990, se caracterizó por la presencia de una inflación acelerada, una recesión aguda y precios relativos distorsionados.
Esta etapa se caracterizó por la existencia de un desequilibrio fiscal creciente, financiado por la expansión continua del crédito del Banco Central al sector público. Para contener los ajustes que este desequilibrio debía generar sobre el nivel general de precios y el tipo de cambio en el mercado paralelo, se indujo una pérdida de reservas internacionales del BCR y se redujo el financiamiento a la actividad privada mediante requerimientos crecientes de encaje y la limitación a la transferencia de la remuneración a éstos. La pérdida de reservas internacionales de la autoridad monetaria estuvo asociada a la continuación del esquema iniciado en octubre de 1989, por el que el BCR pasaba a atender la mayor parte de importaciones a un tipo de cambio preferencial, sin contar con un flujo similar de adquisiciones de moneda extranjera. Esta política buscaba además, mediante venta de divisas al sector público a la cotización preferencial del Mercado Único de Cambios (MUC).
Evolución de la inflación 1980-2003
(Variación % anual)
Fuente: INEI
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Zegarra ( 20 de julio del 2006) Lo que no debemos olvidar: la economía bajo el gobierno de Alan García. [mensaje en un blog]. Recuperado de http://lfzegarra.blogspot.com/2006/07/lo-que-no-debemos-olvidar-la-economa.html